Organización ágil en la era digital

¿Qué es una organización ágil en la era digital?

Para entenderlo, primero debemos repasar brevemente qué es una organización tradicional, para luego comparar dos paradigmas, uno antiguo y uno moderno.

Una organización tradicional tiene una estructura organizacional jerárquica, vertical o piramidal clásica donde los objetivos y la toma de decisiones se toman y transmiten desde los altos mandos de la cumbre de la pirámide hacia las bases de la misma, o la zona operativa pasando previamente por la zona media de gestión. Las organizaciones que adoptan esta estructura funcionan mediante una planificación lineal, las decisiones y el control viajan desde arriba (cumbre) hacia abajo (bases) y los datos e información de abajo hacia arriba.

Aquí la cultura organizacional suele estar marcada por el poder y la función.
Frente al cambio y la innovación, el modus operandi es similar, los mismos, en este tipo de organizaciones, suelen provenir desde la cima, y rara vez se permite ese tipo de acciones desde los mandos medios o las bases.

En cambio, una organización ágil, tiene una estructura más horizontal, abierta. La toma de decisiones puede provenir tanto de los jefes o fundadores como de las bases. Se trabaja en una red de equipos y todo es facilitado por la tecnología.

La cultura organizacional está marcada por el talento y el mercado. 

El objetivo principal de este tipo de organizaciones es crear valor interno y externo junto a todas las partes interesadas en forma simbiótica (fundadores, socios, accionistas, empleados, vecinos, gobierno, comunidad,etc.). En este modelo operativo ágil, es posible hacer re-ingeniería de estrategias, estructuras, cultura, lo que comprende también operaciones, procesos, personas y tecnología con velocidad y efectividad para no solo adaptarse al cambio, sino adelantarse a los mismos, y afrontar imprevistos, pudiendo así también potenciar sus oportunidades de mercado. Todo esto permite ir redefiniendo las ventajas competitivas de la organización, aquella que le permite llevar a cabo sus estrategias, en las actuales condiciones VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad).

La revolución digital ha permitido poder volverse más ágil y ello se manifiesta en 4 conceptos:

– Tecnologías disruptivas: las tareas diarias van pasando a una forma nueva de hacerse, van integrándose al mundo digital y se van automatizando.

-Data Science: El manejo de datos, el análisis y generación de información, conocimiento e isight se vuelve imprescindible y crucial para las empresas.

-Mundo en cambio constante y veloz exige adaptación: clientes con más necesidades, nuevas y que exigen rápida satisfacción, inversores más exigentes, rápida y necesaria adaptación de la organización y sus empleados a este contexto.

-Cultura del talento y la creatividad: los perfiles más buscados son los que poseen habilidades y capacidades para tareas no rutinarias y creativas. Gente que tiene la capacidad y las ganas de aprendizaje continuo. Teniendo capital humano de alto nivel, hiperespecializado y con talento, las empresas retienen valor, aumenta su ventaja y permiten desarrollar su estrategia para captar y retener mercado.

Esto no quiere decir que organizaciones tradicionales y con estructuras verticales no puedan ser ágiles, pueden transformarse en ágiles, manteniendo su estabilidad que le confiere su estructura y pensamiento estratégico, pero flexibilizando y modificando procesos y procedimientos, haciendo una reingeniería que le permita adaptarse al mundo cambiante, generando programas internos de innovación que le permita a todos en la organización presentar propuestas e ideas innovadoras, y así transformando la cultura dura de poder en una cultura de las personas y el talento. Y desde ya, siendo más tecnológicas, y entrando por completo al mundo digital.

Cada vez son más las organizaciones que se animan al cambio pero la transformación ya comenzó y es imparable. 

¡Ser estables y dinámicas es el nuevo desafío!

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